Charlamos con el Dr.Francisco González, primer presidente de la SOGATEM

Charlamos con el Dr.Francisco González, primer presidente de la SOGATEM

La Sociedad Gallega de Telemedicina nace de la necesidad de compartir entre profesionales de la salud una nueva forma de hacer medicina. Su presidente y fundador en el año 2001, Francisco González, catedrático de Oftalmología, profesor de la USC, ex-Jefe del Servicio de Oftalmología del CHUS, investigador y buena gente, entre otras cosas, nos permite ahondar un poco más en los comienzos de esta Sociedad y en las perspectivas de futuro.
1. Inicios y cambios: ¿cómo ha evolucionado la telemedicina desde que fundaste la Sociedade Galega de Telemedicina? ¿Qué te llevó a hacerlo? ¿Cuáles han sido los cambios más significativos a lo largo de sus años de vida?
El comienzo de la telemedicina en realidad tuvo lugar en 1906 cuando Willem Einthoven consiguió enviar por cable telegráfico un electrocardiograma que resultó ser un éxito. Esta experiencia la publicó ese mismo año en un artículo titulado “Le telecardiogramme”. Conforme se fueron mejorando las comunicaciones por radio, empezaron a realizarse teleconsultas entre tierra y las embarcaciones en el mar. En 1947, Thor Heyerdahl, en su famosa barca “Kon-Tiki” alcanzaba la Polinesia, y en el primer contacto con tierra se encontró con un niño que tenía un absceso subcutáneo en la cabeza. Gracias a un aparato de radio contactaron con un médico en Los Ángeles, quién les guió para realizar un drenaje y las curas adecuadas. El niño se salvó, y este terminó siendo un episodio remarcable en la historia de la telemedicina. Más tarde, en la década de 1960, comenzaron a realizarse teleconsultas mediante sistemas de televisión y a telemonitorizar los astronautas. A partir de estas fechas empezaron a generalizarse, aunque de forma rudimentaria, sistemas de consulta mediante telefonía o radio. Finalmente, en 1995, aparece Internet, con lo que las comunicaciones explosionan y rápidamente la telemedicina comienza a expandirse de forma exponencial. En la base de datos PubMed, en 1990 aparecen solo 5 publicaciones relacionadas con la telemedicina. En el año 2000, ya aparecen 197, y en 2023 aparecen 1.113.
Paralelamente a internet, comienzan a aparecer sistemas de digitalización de imágenes, algo clave para la Oftalmología, la Dermatología y la Radiología, y es a partir de estos momentos cuando en el Servicio de Oftalmología del Hospital de Santiago comenzamos a enviar y recibir imágenes oftalmológicas mediante correo electrónico. En 1998, gracias a un proyecto del Fondo de Investigaciones Sanitarias, junto con el Dr. Suárez y el Dr. Iglesias, conseguimos instalar un retinógrafo en el Centro de Salud de Vite, en Santiago de Compostela, para enviar imágenes del fondo de ojo al Servicio de Oftalmología del Hospital de Santiago. Inmediatamente este sistema se extendió a la dermatología y se amplió al Centro de Salud de Muros. Dada su efectividad, el Sergas rápidamente desarrolló una aplicación que permitía automatizar y facilitar el envío de imágenes entre los centros de salud y los hospitales, que estuvo ya a pleno rendimiento en 2001.
Fue en este mismo año, cuando un grupo de personas, entre los que nos encontrábamos médicos, gestores y técnicos, cuando decidimos fundar una asociación científica para potenciar y desarrollar la utilización de la telemedicina, a la que le dimos el nombre de Sociedad Gallega de Telemedicina (SOGATEM). Es esos momentos la telemedicina estaba comenzando y tenía una gran aceptación social y también por parte de las instituciones públicas y privadas. Esta Sociedad organizó eventos y actividades, por lo que pronto recibió la atención de empresas relacionadas con las comunicaciones y la sanidad. Una de ellas, Telefónica S.A., junto con la Universidad de Santiago de Compostela, creó y financió una Cátedra de Telemedicina que permitió realizar numerosos cursos, actos y programas relacionados con la telemedicina, visibilizando de forma importante esta nueva actividad relacionada con la salud.
2. Importancia de la inteligencia artificial: ¿cómo crees que la inteligencia artificial está transformando la atención médica y la telemedicina en particular?
La Inteligencia artificial (IA) se basa fundamentalmente en el análisis de de cantidades ingentes datos. La telemedicina genera terabytes de datos diarios y por tanto es susceptible de ser utilizada por los algoritmos de IA, que muy probablemente generará resultados hasta ahora desconocidos. Naturalmente, esto también plantea problemas importantes, sobre todo en los aspectos éticos y legislativos. Como ocurre habitualmente, los avances sociales, científicos y técnicos van siempre más deprisa que los legislativos, y esto está ocurriendo con la telemedicina. Actualmente no existe un marco legal claro sobre las implicaciones que tienen los actos médicos realizados mediante la telemedicina y menos aún sobre las implicaciones que tiene la utilización de la IA con estos fines. No cabe duda de que la IA puede ayudarnos enormemente, como ya lo está haciendo, en temas como por ejemplo el diagnóstico automático por imagen o por sintomatología clínica. Esto puede ayudar a resolver problemas como las listas de espera de los sistemas públicos de salud. Es crucial, en este aspecto, evitar la despersonalización y, aún ayudados por máquinas, humanizar este campo para no perder de vista que se centra en una persona.
3. Hablemos de anécdotas, ¿tienes alguna interesante relacionada con la telemedicina o la sociedad que puedas compartir?
Yo, en mi consulta, ya tengo algún paciente que dice si le operamos de catarata desde el móvil.
La telemedicina es un tema que tiene un considerable impacto social, puesto que el público general lo ve como una solución factible para resolver sus problemas de salud. Como curiosidad, puedo comentar que cada vez que en los medios de comunicación salía alguna noticia sobre telemedicina en la que aparecía mi nombre, inmediatamente comenzaba a recibir correos electrónicos de personas con problemas oftalmológicos que solicitaban mi opinión sobre sus enfermedades.
4. ¿Cómo ves el futuro inmediato? Hace poco te entrevistaron sobre un “wearable” en una lente de contacto.
La telemedicina se basa fundamentalmente en la transmisión de datos clínicos. Actualmente disponemos de numerosos equipos que generan estos datos en forma digital que pueden incorporarse a la historia clínica digital y ser utilizados en telemedicina. Hoy se puede transmitir por las redes digitales desde un electrocardiograma hasta las imágenes tridimensionales en movimiento de un cráneo, o realizar intervenciones quirúrgicas a distancia. Además estamos asistiendo al desarrollo de «intelligent devices» que se pueden implantar en pacientes, captan datos de forma continua y los transmiten directamente al teléfono móvil del propio paciente. Estos datos pueden enviarse a un centro sanitario y ser incorporados a la historia clínica electrónica del paciente. Uno de estos implantes que está siendo utilizado de forma habitual es un detector de glucemia que transmite los resultados al teléfono móvil y permite a los pacientes diabéticos medicarse de forma más precisa. Otro ejemplo podría ser el implante de lentes intraoculares en pacientes operados de catarata que puedan medir la presión intraocular y avisar al paciente en su teléfono móvil para que se ponga sus gotas para el glaucoma.
5. En España casi somos los únicos, existiendo la SITT (íbero-portuguesa) y la Sociedad catalana de Salud digital, ¿qué papel tiene Galicia en este ámbito?
Galicia fue una de las comunidades que más precozmente comenzó a hacer uso de la telemedicina, sobre todo en el campo de la cardiología, radiología, oftalmología y dermatología, de las cuales, las tres últimas hacen uso intensivo de imágenes. El Sergas siempre ha mostrado interés en incorporar la telemedicina a su actividad sanitaria. El desarrollo y la implementación de la plataforma TELEA para la atención sanitaria domiciliaria es una muestra de este interés. Hay que señalar que la telemedicina no solo resulta útil para la actividad médica, sino que también tiene una aplicación muy eficiente en el campo de la enfermería. La hospitalización a domicilio es también un aspecto ideal para la utilización de la telemedicina. En 2005, la Cátedra de Telemedicina de la Universidad de Santiago, en colaboración con el Sergas llevó a cabo un estudio piloto para monitorizar en domicilio a tres pacientes con ELA. Los resultados demostraron que esto era posible y que mejoraba la atención al paciente al tiempo que reducía el número de ingresos, puesto que se podía controlar en tiempo real la situación de los pacientes. SOGATEM siempre colaboró y promovió este tipo de iniciativas. Si consideramos que las publicaciones científicas son un indicativo de la actividad en un campo determinado, podemos concluir que Galicia se incorporó pronto y de forma activa a la utilización de la telemedicina. En el año 2005, en número de publicaciones por 100.00 habitantes, Galicia ocupaba el primer lugar en España, seguida de Canarias y Madrid.